Metro
Suena el metro, con toda su vida característica y sus usuales luces a los costados. A veces me preguntaba, cuando chica, que serían las luces moradas… claro, al fin después de trece años me doy cuenta de que indican algo, quizás una salida o una cañería. La gente se sigue subiendo, como si nada fuera de otro mundo… todo tan normal y rutinario. La mujer vieja se alivia de encontrar un puesto libre y como de costumbre yo temo que se suba una embarazada y tenga que cederle el asiento. El hombre en frente abre unos grandes ojos azules que, aunque bellos, muestran preocupación. Se rasca la cara y acto seguido se tapa la boca, simula morder sus dedos. Qué pensará, qué rayos piensa ese pobre hombre, qué lleva en su valija. Y ahora, que me toca bajarme, me pregunto si el chico de polera verde me mira o mira lo que escribo. Se abren las puertas, camino en la multitud a una salida, chirrean los rieles, suena el metro.
De Escuela militar a Salvador.
Este es el primero de una larga secuencia de idas y vemidas en metro... que es lo que pasa en cada viaje... que cosas lokas se me ocurren... bno el que quiere psicopatea.. jajajjaja
¿Cómo es?, sí, ¿Cómo fue?....
Me pregunto mil veces, te preguntas tu también…
Como el aliento q se escapa y no regresa a su espesor,
te deja sin habla y te enreda en su calor.
como la sal que deja el mar en los labios,
como el tibio sol acariciando tu piel,
como el viento q asciende curioso bajo tu ropa,
como el vino que rebalsa el borde de tu copa…
Sí, como miel que te convierte en suavidad deseable,
como el calido vapor de un susurro al oído,
como el simple segundo q promete no irse…
pero se va, como esferas brillando en este sueño abatido.
Aún me queda la propuesta imbatible a codiciarte,
sabiendo que en mis sueños te has ido a alguna parte…
Es que me invitas a una danza dócil e impaciente,
que reboza en desvergüenza e ilusión,
con ímpetu acaricia mis sonrisas complacientes…
con ternura va embebiendo el compás de mi canción.
Escrito en agosto del 2005... escrito con la intención de relatar un momento... una vivencia... profundizar el tema de las sensaciones... creo que mucho de lo que se puede escribir en este mundo tiene que ver con lo que uno percibe de las cosas. Por ejemplo, en uno de mis muchos diarios de vida una vez escribí lo que sentía al comerme una ciruela. Parecía que describí el paraíso... claro está que la sensación del jugo de la ciruela corriendo hasta mi codo era el clímax de la oda. Como quemé ese diario no podré ponerlo aqui... la cosa es que se entienda el ejemplo.
Si estuviera enamorada de ti.
Si estuviera enamorada de ti,
haría lo imposible por verte cerca.
Quisiera navegar en tus pensamientos
y saber lo que quieres de mi.
Si estuviera enamorada de ti,
creo que serías mi dios terrestre,
y mi admiración no acabaría,
dentro de mi te retendría.
Si estuviera enamorada de ti
te daría mi aire mi voz y mi aliento,
si estuviera enamorada de ti
mi vida sería un tormento
tratando de devolverte lo robado,
intentándolo con un beso enamorado.
Si te amara de veras
te abrazaría hasta desmayarme
y en un intento por calmarme
yo daría lo que no tengo.
Si estuviera enamorada de ti
lloraría para que no llorases,
y me elevaría hasta despertar
en el océano de tu felicidad.
Si estuviera enamorada de ti,
serías la sabia que expulsan los besos,
si te amara yo
todo lo serías para mi.
Linda Cornejo
Escrito del año 2002... creo que a todos nos ha pasado haber encontrado a la persona correcta y resultar no estar enomorado de esta... y por momentos te preguntas que te gustaría sentir...
saludos a mis amigos!!!